La familia como sistema y el trabajo social

Sumario: 1. La familia como sistema. Definición operacional de familia. Perspectiva sistemática de la familia. Características de la familia como sistema: Totalidad; Circularidad; Capacidad autocorrectiva; Capacidad de transformación; Teoría del equilibrio dinámico. Estructura de la familia. 2. Los procesos del sistema familiar: comunicación, roles y reglas. 3. Patrones de comportamiento y sistemas de creencias. 4. Cómo ayuda la perspectiva sistémica en la familia.

TEMARIO PARA TRABAJADORES SOCIALES

“El sistema familiar y el trabajo social”

 
Capítulos que comprende este tema:
  1. El sistema familiar y el trabajador social.
  2. La familia sana y familias-problema: funciones y disfunciones de la familia
  3. Aproximación a la comprensión de las disfunciones familiares
  4. Una teoría de la disfunción familiar: teoría del «triangulo perverso»
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1. La familia como sistema

EL Trabajo Social Familiar, fundamental en nuestra profesión, constituye la forma más antigua de Trabajo Social. Nació de las instituciones públicas y privadas que a través del tiempo han ayudado a las familias en sus problemas. Pero es a partir de Mary Richmond cuando se destaca como fundamental la importancia de la familia en cualquier forma de actuación social.

De hecho, es la «Family Service Association of America» la creadora de la primera Escuela de Trabajo Social.

A lo largo de la historia del Trabajo Social, diversos autores han abordado la intervención en la unidad familiar, incluso, desde las perspectivas más dispares (recuérdese la importancia de la línea sistémica en el diagnóstico y comprensión de las dificultades familiares, desde el punto de vista relacional, hasta el punto que una de las más importantes Escuelas en Terapia Familiar, la de Palo Alto —California— en la que destaca el nombre de Virginia Satir, hace años que viene desarrollando como especialidad esta modalidad del Trabajo Social). Desde la perspectiva psicosocial, tienen gran importancia las escuelas británicas.

Podemos tomar como definición operacional la que propone “Bradbock” de que la familia es:

«Una suma de individuos situados en ciertas relaciones descriptivas (es decir, observables) entre sí»

Pero no podemos obviar el hecho de que la familia es, además, como grupo social primario, con unas funciones precisas en la sociedad, intra y extrafamiliares, de una importancia fundamental en los procesos de cambio o desarrollo (o incluso de involución) de una comunidad.

El Trabajo Social familiar implica la actuación en un sistema natural, la familia en su totalidad, con el objetivo de modificar la problemática de todos o algunos de sus miembros, pero trabajando con todo el grupo familiar, sus necesidades y recursos internos, aunque sin aislarla del entorno social del que forma parte y del que tendremos que utilizar algunos de sus recursos para ayudar a la familia (o sistema multicliente).

Aproximarnos al estudio de la familia, desde una perspectiva sistémica, supone esbozar, aunque sea someramente, algunos de sus rasgos más característicos.

La familia es una complejidad organizada en un «holón» compuesto de subsistemas en mutua interacción

 “Ackerman” la define como una unidad básica de salud y enfermedad.

En cuanto «holón» de personas en interacción, el sistema familiar es más que la suma de sus partes individuales; por tanto, la familia como sistema está vitalmente afectada por cada unidad del sistema, de manera que lo que ocurre a un miembro, de inmediato tiene sus repercusiones en todos los demás y viceversa.

A su vez, las familias son subsistemas de unidades más vastas: la familia extensa, el vecindario, la sociedad como un todo. La interacción con estos «holones» más vastos engendra buena parte de los problemas y tareas de la familia, así como de sus sistemas de apoyo.

Como todos los sistemas y suprasistemas en relación recíproca, la familia y su espacio vital deben ser ecológicos: cada uno tiene sus necesidades y cada uno impacta al otro. Esto ha de equilibrarse si ambos han de seguir siendo funcionales.

La familia y el suprasistema permanecen en equilibrio ecológico mediante un intercambio simbiótico de inputs y outputs, o para decirlo en lenguaje sociológico, a través del equilibrio de funciones (y los recursos necesarios para cumplir aquellas funciones) que la familia proporciona a la sociedad y de las funciones que la sociedad proporciona a la familia. Es decir, las funciones del sistema familiar deben satisfacer las necesidades de la familia y de sus miembros y también algunas de las necesidades de la sociedad para que la familia sea realmente estructural.

1.1. Características de la familia como sistema

1) Totalidad, puesto que es una combinación de partes que se relacionan entre sí en constante interacción. Pero hay que observarla en su totalidad y no aisladamente, como formando una red de interacciones, con toda su complejidad. Por ejemplo, como el juego del ajedrez.

 
2) Circularidad, esto es, en la teoría de sistemas, a los comportamientos no se les puede describir en relación causa-efecto A = B, sino en relación circular A B.
El Trabajo Social y la familia como sistema

Es decir, cada forma concreta de comportamiento está afectando a las respuestas de los otros y cada comportamiento es contemplado encajando con los otros.

3) Capacidad autocorrectiva u homeóstasis. Como todo sistema, en la familia existe la tendencia a mantener la estabilidad, a la ausencia de cambio, en un sentido morfostático; tiene que ver con los límites.4) Capacidad de transformación, esto es, una característica que se refiere a la morfogénesis y tiene que ver con el tiempo.

5) Algunos autores, para resolver esa aparente contradicción han aportado la teoría del equilibrio dinámico. Un típico dilema de la familia es estabilidad vs. cambio.

1.2. Estructura de la familia

Un sistema debe tener una estructura tanto para sobrevivir, como para cumplir sus metas y funciones. La estructura de la familia es la organización de sus relaciones a través de los subsistemas familiares.


La estructura familiar, por tanto, es el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de la familia.

El trabajo social y el sistema familiar

Ciertamente, un individuo es un subsistema de la familia; adicionalmente, otros subsistemas habitualmente identificados son el subsistema marital, el subsistema padre(s)-hijo (s) y el subsistema hermanos.

A menudo, los subsistemas familiares son analizados en términos de diadas, el más básico de todos los sistemas sociales. Sin embargo, actualmente, muchos teóricos, particularmente Murray Bowen, consideran el triángulo como la forma estructural más común, aunque disfuncional, de los subsistemas familiares 2.Todo esto implica que los límites de los miembros familiares individuales y de los subsistemas familiares son de máxima significación.

El trabajo social y la familia

De igual modo que el límite de la familia con su espacio vital, también los límites del subsistema familiar deben ser semipermeables, para permitir una diferenciación e individuación suficiente de los miembros, pero también para permitir un intercambio elegido y apropiado de inputs y outputs.

Teóricamente, el grado en el cual las funciones de la familia pueden ser cumplidas adecuadamente, debe correlacionarse directamente con la calidad de los límites de los subsistemas: si los límites son demasiado apretados, el sentido de la familia disminuirá y los miembros de la familia no se ofrecerán entre sí suficiente apoyo; si los límites de los subsistemas son demasiados laxos, los subsistemas no tienen suficiente autonomía para cumplir sus funciones. Así, puede decirse que la intervención con familias puede ser concebida como una intervención en los límites.

2. Los procesos del sistema familiar: comunicación, roles y reglas

La estructura de relaciones de la familia es mantenida y se manifiesta a través de los procesos del sistema familiar: la comunicación, los roles y las normas (reglas). El intercambio de inputs y outputs entre los subsistemas familiares es controlado y cumplido a través de estos procesos familiares.

A propósito de la comunicación, nos limitamos aquí a subrayar que empleamos aquí este concepto para denotar el intercambio de símbolos significativos, vocales y gestuales… Puede considerarse que una familia tiene un estilo característico de comunicación. Estos modelos característicos de interacción operan dentro de los límites de la familia y en transacciones con sistemas externos. Por lo tanto, una familia individual tiene un sistema único de modelos de comunicación que influye fuertemente en la conducta de sus miembros.

Los roles son usados continuamente como proceso para ordenar la estructura de relaciones dentro de la familia. Normas o reglas son impuestas para garantizar que se viva a la altura de los roles y se imponen sanciones positivas y negativas para asegurar que las normas se cumplan. Las normas y reglas son la expresión observable de los valores de la familia y/o la sociedad.

Mientras más congruentes son la comunicación, los roles, las reglas y los valores de un sistema familiar, más funcional es éste. Para que exista una familia se requiere una cantidad mínima de congruencia entre estos procesos.

Así, vemos que las funciones, la estructura y procesos familiares están vitalmente interrelacionados.

3. Patrones de comportamiento y sistema de creencias

Los patrones de comportamiento de una familia definen tanto los límites como la estructura de la familia, siendo aquéllos repetitivos y estables, fruto de las interacciones entre todos los subsistemas familiares y de éstos con el medio. Y es muy importante subrayar que son patrones aprendidos de las familias de origen que los miembros individuales tienden a aportar cuando forman una familia nueva.

Los patrones de comportamiento ofrecen una visión estable de la realidad, proporcionando un sentimiento confortable para los miembros de la familia, así como les ofrece información del interior y del exterior del sistema familiar (transmisión de patrones transgeneracionales).

Como hipótesis podemos decir que los comportamientos problemáticos de las familias forman parte del patrón de comportamiento. Esto surge cuando la familia no se ajusta al cambio.

 

Veamos algunos ejemplos de patrones de comportamiento y su relación con los límites:

El trabajo social y la familia
  • La madre le dice a Carlos que recoja sus juguetes; Carlos se queja al padre y el padre le contesta que haga lo que dice su madre. En este supuesto, hay una frontera clara entre las dos generaciones y los padres se apoyan en sus necesidades y ayudan a crecer a su hijo. P M
  • En otro supuesto, la madre le dice a Carlos que recoja sus juguetes, Carlos se queja a su padre y el padre le dice a la madre que no sea tan estricta; entonces la madre se retira y Carlos sigue jugando.
 

Este es un patrón de comportamiento sencillo pero con límites imprecisos. P – H

En este caso, las necesidades de desarrollo de Carlos no se contemplan y los padres entran en conflicto. Carlos puede ser cada vez más rebelde y desafiante. Cuanto más rebelde sea, más peleas de los padres, más conflictos y menos capaces son los padres de poner límites y cuanto menos capaces son de poner límites, más se rebela Carlos y menos se desarrolla.

Esto es un ejemplo de «patrón de relaciones» y en esta situación el comportamiento de Carlos puede ser definido como problema (por la madre, por sus maestros…). Sin embargo, el problema está contenido y es parte del patrón global de comportamiento de la familia.

Existe un procedimiento en la intervención sistemática denominado «connotación positiva» que consiste en reencuadrar las conductas que dentro de la familia están etiquetadas como negativas. Se intenta despolarizar «el bueno» y «el malo» dentro de la familia, proponiendo organizaciones alternativas, positivando lo que es visto como negativo (por ejemplo «mi marido es muy frío», cambiarlo por «es sereno, objetivo… »).

Los sistemas de creencias consisten en una combinación de suposiciones, actitudes, expectativas y valores, aportados por cada padre, transmitidos por sus familias de origen; en ocasiones también pueden producirse por acontecimientos traumáticos en la vida de las familias.

En el primer caso, de las creencias que cada uno aporte a la nueva familia va a depender la formación de reglas rígidas, laxas, etc.

A veces es muy costoso, en la intervención con familias, desafiar los patrones de comportamiento porque es como desafiar también su sistema de creencias.

Veamos ejemplos de patrones de conducta y su relación con el sistema de creencias:

  • Pareja con un niño de dos años muy irascible, con rabietas frecuentes.
  • El abuelo de la familia es un militar rígido que piensa que las mujeres están subordinadas a los hombres. La madre puede pensar que el comportamiento del niño es un reproche por su fracaso al no educarle bien. O, el mismo supuesto, pero el abuelo murió internado en un psiquiátrico con crisis violentas; los padres pueden pensar que el niño ha heredado la locura del abuelo.

4. Cómo ayuda la perspectiva sistémica

  • Ayuda a la familia a contemplar más posibilidades en sus interrelaciones.
  • Ayuda a aumentar su repertorio de soluciones.
  • Ayuda a los miembros de la familia a que puedan darse cuenta de las paradojas de la familia. Por ejemplo, creencias no respaldadas por comportamientos.

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    fuente: ESCARTÍN CAPARRÓS, María José. “El sistema familiar y el trabajo social”. Alternativas. Cuadernos de Trabajo Social. N. 1 (oct. 1992). ISSN 1133-0473, pp. 55-75
    
    

     

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